Victoria ha vuelto a registrar un elevado número de contagios por coronavirus con 238 nuevos casos en las últimas 24 horas y una muerte, llevando la cifra de fallecidos a 27.
En la actualidad hay 105 habitantes con COVID-19 en el hospital y 27 de ellos están en cuidados intensivos.
Por su parte Nueva Gales del Sur está luchando para contener el brote vinculado a un pub de Sídney donde 30 personas dieron positivo a la prueba de COVID-19.
Puntos destacados:
- El número de casos de coronavirus vinculados al pub Crossroads Hotel aumenta a 30.
- Los casos en Casula tienen vínculos a una cepa del virus en Victoria.
- En Victoria el número de personas hospitalizadas con COVID-19 se ha duplicado en cinco días.
Si bien el número diario de infecciones locales en Nueva Gales del Sur aún no es tan alto como al principio de la pandemia, las autoridades están preocupadas por la velocidad con la que el virus se está propagando.
El lunes dicho estado registró 13 nuevos casos de COVID-19 en 24 horas; dos casos están vinculados a un grupo de personas en cuarentena en un hotel, un caso entró en contacto con un viajero que regresó a Australia y 14 personas infectadas están vinculadas al pub Hotel Crossroads en el suburbio de Casula en el suroeste de Sídney.
El miércoles el premier interino de Nueva Gales del Sur, John Barilaro, confirmó que las pruebas genómicas del brote en el suburbio de Casula tienen vínculos a una cepa del virus en Victoria.
"No existe duda que el virus proviene de Victoria. No sabemos dónde exactamente se encuentra ese brote pero hemos estado rastreando los contactos", dijo Barilaro a Seven Network.
En Victoria el número de personas hospitalizadas con COVID-19 se ha duplicado en cinco días, lo que provocó especulaciones de una segunda ola de muertes por COVID-19 en el estado.
"A menudo, entre el 10 al 20 por ciento de todas las personas infectadas por coronavirus requieren hospitalización, y esa cifra refleja un par de cientos de personas", dijo el jefe de salud de Victoria, Brett Sutton.
En respuesta a la situación en Nueva Gales del Sur el gobierno estatal ha endurecido las restricciones para los bares y hoteles.
La premier Gladys Berejiklian, anunció un límite de 300 personas en todos los bares, pubs y hoteles cerrados, y que las reservas para grupos se limitarían a 10 personas.
"Es evidente ... que necesitamos tomar medidas adicionales para reducir las actividades de alto riesgo", dijo Berejiklian en rueda de prensa.
NSW Health workers dressed in Personal Protective Equipment administer COVID-19 tests to people in their cars at the Crossroads Hotel testing centre in Sydney. Source: AAP
"La actividad en sitios cerrados donde las personas no están sentadas es un gran riesgo para la salud porque aumenta las posibilidades de transmisión".
Será obligatorio que los pubs, bares y hoteles en Nueva Gales del Sur descarguen y registren el plan de seguridad COVID-19 y mantengan un registro de los datos personales de sus clientes.
Los lugares con una capacidad de más de 250 personas tendrán que emplear a un Mariscal a tiempo completo para vigilar sus sitios y hacer cumplir las pautas de seguridad del plan COVID-19.
En Victoria la escalada de los números de infectados y demanda de ambulancias ha forzado al premier Daniel Andrews a solicitar los servicios de la Fuerza de Defensa australiana para asistir a los equipos de paramédicos.
Andrews dijo que los miembros de Defensa podrían "apoyar al número de paramédicos que inevitablemente necesitarán entrar en cuarentena" cuando sean expuestos al virus.
Pero la preocupación por el número de infectados no está limitada a las autoridades de Nueva Gales del Sur y Victoria.
A nivel federal la inquietud es palpable
"Estamos muy preocupados por la cantidad de personas que están en cuidados intensivos y el número de personas que necesitan un respirador pulmonar", dijo el subdirector médico federal Michael Kidd.
Según las autoridades sanitarias, los australianos infectados por COVID-19 en las últimas semanas tienden a ser más jóvenes que los de la primera ola, por lo que se espera que las tasas de mortalidad sean más bajas, a pesar de que COVID-19 también tiene graves impactos en las personas más jóvenes.
Más de un tercio de los australianos en cuidados intensivos en este momento tienen menos de 60 años, incluido un hombre de unos 30 años.
A mediados de mayo, más de un tercio de todas las personas infectadas en Australia tenían más de 60 años. Ese porcentaje ahora ronda el 10 por ciento.
Se han registrado casos en al menos una docena de hogares de ancianos en julio, y las autoridades están preocupadas de que, si el virus logra propagarse a través de esos entornos, la tasa de mortalidad incremente de manera significativa.
El personal de más de media docena de hospitales también ha sido infectado, junto con un pequeño número de pacientes internados.
El ministro federal de Salud, Greg Hunt, ha dicho que las autoridades están investigando si el brote de COVID-19 en el pub Crossroads Hotel en Casula está relacionado con varios casos en Victoria. 
Las personas en Australia deben permanecer al menos a 1,5 metros de distancia de los demás. .
A stressed-out care worker Source: Sergei Bobylev/TASS/Sipa USA
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