Una niña australiana de 11 años vende pinturas por 50.000 dólares

En Australia existen aproximadamente 4.000 niños con habilidades excepcionales de los que solo unos 100 podrían ser considerados prodigios.

Aelita Andre

Source: Facebook

Las pinturas de Aelita Andre, de 11 años, ha sido comparadas con la obra de Jackson Pollock.

"Me consideraría un prodigio, pero no quiero decirlo porque no quiero sonar como un espectáculo", dice Aelita a ABC en la serie Making Child Prodigies.
Aelita Andre
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Aelita comenzó a jugar con pintura a los nueve meses de edad cuando gateaba sobre un lienzo que su padre, Michael, había puesto en el suelo. 

"Ella comenzó a apretar todos los tubos y extender los colores y mezclarlos, y fue como este increíble momento espontáneo", dijo Michael.
Aelita Andre
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A los 22 meses de edad, Aelita tuvo su primera exhibición en Melbourne y a los cuatro tuvo una exposición individual en Nueva York.

Se convirtió en la artista más joven del mundo en tener su trabajo en una exposición individual en el Museo de la Academia Rusa de Bellas Artes en 2016.
Aelita Andre
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Aelita ha tenido aproximadamente 25 exposiciones internacionales, ha vendido obras por hasta 50.000 dólares y actualmente se está preparando para exhibiciones en China, Estados Unidos, Japón y Rusia.

Un espíritu creativo libre

La serie de la ABC sobre niños prodigios estima que hay menos de 4.000 niños con habilidades excepcionales en Australia, y solo unos 100 podrían ser considerados prodigios.

Es común que al menos un padre de un niño prodigio tenga experiencia en el mismo campo, y Aelita no es una excepción: su padre Michael es también artista, aunque él no piensa que haya producido una estrella.

"El talento de Aelita no es algo que puedas destilar en una fórmula o algo así, parece que sale de ella naturalmente ", dijo. "Y tal vez es específicamente porque es una niña que puede traer todo eso a la pintura".
Aelita Andre
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Aelita es hija única y está escolarizada en casa, y sus padres no ocultan el hecho de que le dan mucho espacio y la tratan como a una igual, en lugar de como a una niña.

Sus padres dicen que no quieren sofocar su creatividad, y con las pinturas que a menudo se venden por entre $ 10,000 y $ 25,000, la estrategia parece estar funcionando.
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"Por un lado, es algo extraordinario que un niño pueda vender obras por esa cantidad", dijo la madre Nikka.

"Pero, por otro lado, esa es una cifra bastante promedio para un pintor bastante conocido". 


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Published 9 November 2018 3:18pm
Updated 9 November 2018 3:21pm
Presented by Esther Lozano


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