Puntos destacados:
- Australia del Sur se prepara para otra ola de COVID-19 en noviembre.
- Los datos muestran que en Australia los viajes aéreos aún no han vuelto al nivel que estaban antes de la pandemia.
- Después de Pfizer, Moderna busca la aprobación de su vacuna dirigida a la subvariante BA.5.
El miércoles Australia informó de al menos 60 muertes por COVID-19, incluidas 29 en Queensland, 14 en Nueva Gales del Sur y 10 en Victoria.
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El gobierno de Queensland ha enviado cartas a 900 de los 54.000 maestros de escuelas públicas y otro personal escolar informándoles que tendrán una "reducción temporal a pequeña escala" en el salario por no contar con la vacuna contra el COVID-19.
La ministra federal para la cartera de Cuidado de Ancianos, Anika Well, dijo al programa Nine's Today que los maestros enfrentan "las consecuencias de su decisión".
Por su parte, el ministro de Salud de Australia del Sur declaró que el estado podría enfrentar otra ola de COVID-19 en noviembre.
Respecto a los vuelos en territorio australiano, el director ejecutivo del aeropuerto de Sídney, Geoff Culbert, confirmó que el tráfico aéreo de pasajeros no ha vuelto al nivel anterior a la pandemia.
Los datos mostraron una disminución del 15,5 por ciento en los vuelos nacionales y del 42,2 por ciento en el número de pasajeros internacionales que transitaron por el aeropuerto de Sídney en julio, en comparación con el mismo periodo en 2019.
Después de Pfizer, Moderna también presentó su solicitud a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para obtener una autorización para una versión actualizada de su dosis de refuerzo de COVID, dirigida a la subvariante BA.5 de ómicron.
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