La chilena Adriana Rivas, quien fuera exagente de la Dirección Nacional de Inteligencia, DINA, la policía secreta constituida en Chile durante la dictadura militar liderada por Augusto Pinochet, afrontará en detención la batalla legal contra el pedido de extradición de Chile para que ésta retorne a su país para ser juzgada por delitos contra los derechos humanos.
El jueves, la jueza de la Corte Local Criminal de Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés), Margaret Quinn, rechazó el pedido de Rivas para obtener la libertad provisional.
La jueza considera que no existe ninguna circunstancia que justifique que se le pueda conceder la libertad provisional, según constató nuestra enviada especial a la sesión Esther Lozano.
El pasado la jueza iba a emitir su decisión, pero ésta se aplazó después de que la defensa de la exñiñera de Sídney informara que la exagente de la DINA se encontraba bajo cuidados médicos.
La víspera, Rivas debía someterse a una intervención médica programada, sin embargo el procedimiento se vio afectado por inconvenientes relacionados a su corazón, informó la defensa de la chilena, el abogado litigante Peter Tsintilas.
Rivas se encuentra detenida en Sídney desde el pasado 19 de febrero por las autoridades australianas, en respuesta a una petición de extradición por parte de Chile.
Rivas es requerida por su presunta participación los secuestros calificados de Víctor Díaz, Fernando Ortiz, Fernando Navarro, Lincoyán Berríos, Horacio Cepeda, Héctor Véliz y Reinalda Pereira, ocurridos entre 1974 y 1977, razón por la que la Corte Suprema de Chile emitió una orden de extradición en 2014.
Adriana Elcira Rivas González fue una agente de la Dirección Nacional de Inteligencia, DINA, la policía secreta constituida en Chile durante la dictadura militar liderada por Augusto Pinochet. También se desempeñó como secretaria del fallecido militar Juan Manuel Contreras, quien dirigió la DINA entre 1974 y 1977.
Residente desde 1978 en Australia, Rivas fue detenida en 2006 en Chile durante una visita a sus familiares en su país de origen. Sin embargo, en 2007 incumplió su libertad provisional en Chile y huyó a Australia en 2010. Desde ese entonces, la ex agente de la DINA, vivía en una vivienda social en Sídney y se ganaba la vida cuidando niños y limpiando casas en Bondi Beach.